Te dicen que eres demasiado porque ellos no saben cómo decirte la verdad - que ellos son los que carecen de la habilidad para sentir como tú lo haces.

Eres el tipo de mujer que la mayoría de las personas no saben manejar. Eres una fuerza de la naturaleza. Alguien que vuelve interesante una conversación mientras los otros siguen hablando del clima. Eres la que dice las cosas que todos están pensando antes de que cualquiera pueda decirlo. Eres el alma de la fiesta. Eres más grandiosa que lo que el mundo espera que seas. Eres "demasiado".

A las mujeres les han dicho que tienen un límite para hacer cualquier cosa. Que para las mujeres existe solo un espacio suficiente. Así que esperan que te reduzcas y te restrinjas para encajar en sus estándares de lo que es considerado "suficiente" -no muy emocional, no muy ruidosa, no muy llena de opiniones, no muy sensible. Solo así eres digna de ser amada.

Pero esto es pura mierda.

Te han hecho creer que eres una carga cuando en realidad eres un regalo. Te dicen que eres "demasiado" porque ellos se pasman al verte hacer lo que ellos mismos no se atreven. Tal vez ellos saben, muy en el fondo, que no merecen a alguien como tú porque te importa todo lo que haces hasta la médula. Eres el tipo de persona que siente todo agudo, sea felicidad o dolor. Los demás no entienden la profundidad de tus emociones. Eso los asusta.

A veces también te asusta. Te han hecho creer que deberías asustarte. A veces desearías que pudieras cambiar y ser menos, para poder encajar, para poder ser amada como ellos quieren, solo por ser menos. Así como las otras mujeres que te dicen que eres "demasiado".

Pero no escuches esas voces, ni las de ellos ni las tuyas. No pidas disculpas por como eres. Tú tienes todo el derecho de desear más de lo que ellos consideran que es apropiado. Tú tienes el derecho de llenar todo el espacio que quieras, de hacer ruido, de pensar por ti misma y de amar profunda y ferozmente. Tú tienes el derecho de ser todo lo que ya eres.

Esto, en otras palabras, lo que significa es ser una mujer fuerte. Eres una mujer fuerte cuando te das cuenta que para ayudar a otros, primero debes ayudarte a ti misma y quererte como eres.

Eres una mujer fuerte cuando eres real.

Eres una mujer fuerte cuando pides ayuda.

Eres una mujer fuerte cuando no desistes con tus creencias. Eres una mujer fuerte cuando cuestionas tus creencias, cuando cambias y evolucionas en el camino.

La mujer que quieres ser ya existe y ella no se aguantaría estas estupideces. Porque eres un rayo en una botella, un fenómeno que solo ocurre una vez cada siglo. No eres "demasiado", eres la cantidad perfecta. Eres la mujer que puedes ser, la misma tan fuerte de pararse en sus dos pies a defenderte y tan fuerte de defenderte de ti misma.